Abstract
El clientelismo electoral es una práctica política de amplio arraigo en los procesos electorales de las democracias latinoamericanas. En la competencia electoral, los actores políticos recurren a este mecanismo para mantener o ampliar su injerencia en los electores de segmentos poblacionales de mayores carencias, principalmente económicas, educativas y sociales (Audelo, 2004), con la finalidad de intercambiar el voto por un beneficio particular otorgado al elector