Presentación Atenea
Abstract
Así se le recuerda a Ignacio Manuel Altamirano, defensor de la República en los momentos de mayor crisis. Lo mismo desde la tribuna que desde la trinchera, el maestro Altamirano enarboló en una de las épocas de mayor adversidad para México, las ideas nacionales, de la reivindicación de la patria mexicana y el llamado constante al pueblo en la defensa de la República. Hombre de la historia de bronce que se forjó a partir de la cultura del esfuerzo, de la superación de las adversidades personales, sociales, culturales y económicas. Ese ejemplo personal vigente, todavía sigue otorgando grandes enseñanzas, la del camino de la educación como una vía para rebasar las desigualdades sociales. Por eso, cuando se reflexiona sobre la figura histórica de Altamirano, no se puede desprender de ese análisis la hazaña personal; la que le llevó a salir de Tixtla siendo un joven, la que le permitió no claudicar su caminata a Toluca, la que le imprimió del esfuerzo en la biblioteca del Instituto Literario para posteriormente hacerlo desde el Colegio de San Juan de Letrán, donde realizó estudios del derecho. Esa misma fortaleza que le llevó después a defender con las armas sus ideas.