En la actualidad existe una tendencia mundial encaminada en otorgar al paciente seguridad y calidad en su cuidado. Dicha tendencia ha coadyuvado en fomentar el diseñar, proponer e implementar procedimientos que lleven a satisfacer tales objetivos. El paciente en estado crítico al no estar consciente de su situación urge de cuidados especializados que garanticen la integridad física durante su estancia hospitalaria, con la finalidad de prevenir y/o limitar prevalencias que conlleven a complicaciones que en la convalecencia resulten trascendentales para su rehabilitación y reintegración a la sociedad (Cisneros, Pineda, & Ponce, 2011).